lunes, 4 de junio de 2007

el paraiso terrenal y el infierno...

Recuerdo haber entrado a la habitación, una habitación grande bien proporcionada; al abrir la puerta lo primero que encontré fue ese sofá blanco de piel, donde el y yo compartimos sueños, aventuras, felicidad y soledad, encima del sofá estaba su pintura favorita el cuadro del paraíso terrenal y el infierno cuadro que siempre trato de descifrar, en la mesa encontré las velas derretidas, como si toda la noche hubiesen estado prendidas, en el piso había una botella vacía de vino tinto, su vino favorito, al dar la vuelta y entrar a la cocina encontré que había pintado la cocina como la pintura de bosco, entonces las peores cosas pasaron por mi mente y corrí a su cuarto, ese cuarto con historia, ese cuarto que ha sido nuestro confidente, ese cuarto que si hablara que no contaría de nosotros, de nuestras almas, de nuestros ser, de nuestros olores.
Pero no lo encontré, solo encontré la cama destendida y el toca disco prendido.
Seguí buscando y lo encontré ahí en la tina de baño, el estaba desnudo, con la mirada perdida, con sus ojos cristalinos, sus ojos ya no tenían ese brillo especial, ese amor que le profesaba a todo lo que veía , cuando me acerque a la tina vi que toda estaba llena de sangre, el estaba frió, su alma había escapado de su carne, como tantas veces lo había deseado, por fin se había liberado, me acerque y lo abrace y llore hasta ya no tener ningún sentido funcionando, hasta que mi alma salio de mi cuerpo para acompañarlo, solo era un cuerpo vació abrazando a otro cuerpo inerte.
Entonces desperté y me vi ahí en nuestro cuarto, en nuestra cama y pensé que todo había sido una horrible pesadilla y me sentí feliz de que estuviera a mi lado, al volver mi mirada hacia el, ¡el no estaba!
Lo encontré ahí en la tina de baño…



1 comentario:

Irantzu dijo...

Hey, esto está buenísimo, y nadie comenta???
Es un poco terrorífico pensar que te pueda pasar eso... que miedo...